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martes, 2 de noviembre de 2010


RECONSUMIR

Buenos días, doy la bienvenida a todo el lector de este blog, esperando que les gusten los temas que se van a tratar y disfrute, compartiendo nuestra opiniones o discrepando.
Esta es la primera entrada que se escribe, pero pretenden ser muchas más, como veréis a lo largo del texto.

Entrando en materia, ¿cómo no?, se empezará hablando de crisis. Aunque estemos muy, pero que muy hartos de ella.

“En estos tiempos difíciles que corren…”; ya está no hay más crisis que valga; las empresas eléctricas se erigen como los adalides del resurgimiento económico puesto que se ha abierto una pequeña brecha en la producción de energía eléctrica y “cualquiera” puede producirla con tan sólo pagar la instalación, “enchufarse” a la red y “verter” su producción; como si eso fuera tan fácil. De esto se podría hablar largo y tendido, lo haré en otra entrada.

Pero el problema se traslada a otro sitio, el consumo de la energía producida. Los habitantes de este país consumimos lo que consumimos y de la forma que lo consumimos. Como todo hijo de vecino, nos duchamos por la mañana y desayunamos en casa. Por la tarde cenamos también en casa, vemos un rato la tele, y lo hacemos “calentitos” si hace frio y “fresquitos” si hace calor. Eso no es ningún problema, pues para eso pagamos religiosamente nuestra factura de la electricidad. Y además lo sabe muy bien el gestor de la red eléctrica; Red Eléctrica Española, un nombre que describe bien a la empresa.










El problema que tiene este negocio, es que hay que producir la electricidad al mismo tiempo que se consume, si yo enciendo una bombilla de más, alguien tiene que echar una “palada de carbón de más” a la caldera. Pero el verdadero problema radica en todo lo contrario, cuando hay carbón de sobra pero no hay bombillas encendidas. Y por carbón me refiero a recursos que nos sobran y no nos cuestan nada, como viento y sol.
Tras la instalación en éste, nuestro país, de innumerables parques eólicos y fotovoltaicos, nos encontramos que cuando hay viento; normalmente por la noche; no toda la electricidad que se podría estar produciendo está siendo demandada y cuando hay sol; bueno ese es otro tema que también da para otro artículo.
El caso es que el viento, normalmente se produce por la noche y en esas horas no hay demanda suficiente, puesto que casi la mitad está cubierta por las centrales de generación nucleares; otro hilo para otro post.
El primer planteamiento que se hace, es usar esa energía de más, para bombear agua en las centrales hidráulicas y tenerlas para “cuando haga falta”, que no será nunca puesto que la demanda está cubierta con otros medios; nucleares, cogeneración, ciclos combinados, eólicas, fotovoltaicas, … Lo que nos lleva al título del artículo, hay que cambiar otras formas de consumo más caras y convertirlas en consumo de energía eléctrica. Hay que reconsumir.
Una forma de hacer esto, que está todavía en fase embrionaria, es el transporte por medios eléctricos, ya sean bicicletas, motocicletas o incluso automóviles. La idea es cargar nuestro vehículo durante la noche, para todo el “consumo” en transporte que voy a realizar al día siguiente; es decir, transformo mi consumo en gasolina/gasoil en consumo eléctrico. Con el consiguiente ahorro.
Las desventajas, que también las hay y muchas.
Los vehículos eléctricos, por ahora, tienen muchas menos prestaciones que los de combustión interna. Aunque a este escollo sólo hay que dar tiempo, aún se sigue escuchando “tiene menos detalles que un panda”, se podría decir que tienes menos detalles que un Dacia, que lo publicitaban con la característica de que abría el maletero, como todos los coches. Pero es más barato de comprar.
Los sistemas eléctricos, a pesar de la subida de la electricidad son mucho más económicos a la hora de mantener, un precio por kilómetro más reducido y cómo no, son “verdes”.
Ya irrumpen en nuestro mercado todo tipo de estos métodos de transporte eléctrico provenientes de países como China, de donde si no, nos tendremos que ir a trabajar todos allí.

Pienso que el precio de estos métodos de transporte en aún muy caro, y que se podría trabajar en abaratarlos. Los fabricantes chinos no son tontos, el precio de mercado manda. ¿Por qué valen los módulos fotovoltaicos mucho más baratos ahora que hace un par de años, siendo los mismos módulos?

No os doy más la paliza, y en siguientes artículos seguiremos hablando de este tema.
Un saludo.
Francisco Serrano.

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